Caja de cambios: Qué es y su funcionamiento
La caja de cambios es una herramienta fundamental en el funcionamiento de nuestro coche, ya que es la encargada de transmitir el par motor a las ruedas y hacer que se pongan en movimiento. En Grupo MODRIVE te contamos qué función tiene, cuál es su dinámica de funcionamiento y qué tipos de caja de cambios puedes encontrar en el mercado. Además, te daremos algunas claves que pueden ayudarte a detectar que existe una avería en esta pieza.
¿Qué es una caja de cambios?
La caja de cambios forma parte del sistema de transmisión y permite controlar la velocidad en las ruedas de tracción. También conocida como caja de velocidades, se encarga de intermediar entre el cigüeñal y las ruedas, para que estas siempre reciban el par motor suficiente como para girar con la velocidad que deseamos.
Cuando estamos en la primera marcha, las ruedas giran a un tercio de la velocidad generada por el motor, pero con el triple de fuerza. A medida que las marchas aumentan, también lo hace la velocidad a costa de la fuerza.
Partes de una caja de cambios
La caja de cambios está ligada al sistema de transmisión, compuestos por varios ejes, piñones y ruedas dentadas. La caja de cambios va instalada en una carcasa de aluminio que aloja los engranajes, el diferencial o el recipiente para el lubricado de todo el sistema.
A su vez, podemos diferencias varias zonas: el árbol primario, el intermedio, el secundario, el eje de marcha atrás.
En el árbol primario se encuentran los piñones conductore de la tracción delantera o trasera, mientras que en el intermedio se ubican cajas longitudinales con piñones engrandados al árbol primario y al eje secundario. En el árbol secundario, se sitúan las ruedas dentadas fijas al eje, sobre un cojinete que permite desplazarse a distinta velocidad que él.
Por último, el eje de marcha atrás tiene un piñón dentado totalmente recto que revierte el sentido del árbol secundario y activa los contactos de las marchas de atrás para que estas luzcan. Es la palanca de cambios la que determina qué piñones de cada árbol se engranan en el momento que marquemos, controlando la posición de las rueda por mediación de unas horquillas.
Tipos de caja de cambios
Según el modelo de coche que tengamos, podemos encontrar diferentes tipos de cajas de cambios, aunque la primera distinción es entre cajas de cambios manuales o automáticas. Las cajas de cambios manuales tienen transmisión sincrónica, en las que tiene que intervenir el conductor para provocar ese cambios. Por su parte las cajas de cambios automáticas hacen el cambio de forma autónoma y tienen índices de consumo mucho más bajos.
Cajas de cambios manuales
Las cajas de cambios manuales también se conocen como mecánicas y son todas aquellas en las que el conductor tiene que ejecutar el cambio de forma manual. Es la más común en el mercado y suele tener tres ejes, recibiendo el par motor del eje primario a través del embrague y transmitiéndolo al eje intermedio.
Cajas de cambios automáticas
Las cajas de cambios automáticas también se conocen como pilotadas o hidromáticas. Estas incluyen un control eléctrico para el embrague y la caja de cambios: suele disponer de dos embragues, uno de ellos para las marchas pares y otro para las impares. Cada vez se ven más en coches a diésel, eléctricos o híbridos.
Automática con convertidor par
Este tipo de marcha comunica la caja de cambios con la transmisión. Dispone de trenes epicicloidales y ofrece un gran rendimiento en carretera. Para su uso es recomendable tener la siguiente marcha preparada para reducir el tiempo de la operación.
Automática de variación continua
Este tipo de caja de cambios apenas se utilizan en coches, siendo mucho mas frecuentes en ciclomotores. Incorpora un controlador electrónico y facilita los cambios rápidos y dinámicos.
Síntomas de rotura
Siempre recomendamos tener tu coche listo en cuanto a revisiones, pero aún así hay varios síntomas que denotan que tu caja de cambios puede tener un problema. El primer de ellos es el ruido al intentar meter una marcha, lo que suele indicar desgaste o que está atascado. Esto suele solucionarse con la revisión de la tensión del cable del embrague y la revisión del desgaste de los sincronizadores y los anillos.
Tras el ruido, podemos sentir dificultad para meter las marchas, lo que indica un desajuste o incluso la falta de lubricación en el cambio. El último síntoma más peligroso es el bloqueo total de las marchas, que viene dado por el desgaste de los bolillos de seguridad: la solución es cambiar los bolillos. Estos tres síntomas son propios de las cajas de cambios manuales.
En las cajas de cambios automáticas, solemos encontrar indicios como el deslizamiento excesivo al intentar cambiar de marcha: para solucionarlo hay que reponer el nivel de aceite. El problema que podemos presenciar inmediatamente antes de una avería que lo deje inutilizado, es el bloqueo total de las marchas: para dar solución a esto, hay que comprobar las presiones y hacer una revisión completa en el taller.
Cómo cuidar la caja de cambios
Aunque hay averías que son imposibles de evitar por el propio uso que le damos al coche, sí hay varios hábitos que pueden ayudar a cuidar tu caja de cambios. El primer consejo que te damos es que no frenes con el embrague, ya que se desgastará mucho y en general el tren motriz el coche. Utiliza el freno de mano en las pendientes o subidas y evita forzar el embrague.
Si estás en marcha alta, tampoco es recomendable pisar el acelerador al máximo, ya que de esta manera el motor sufrirá.
Una de las recomendaciones más sencillas es que no dejes reposar la mano sobre la palanca de cambios, ya que evitarás que esta se mueva de forma natural. Si evitas su movimiento el desgaste será mayor. De la misma forma, dejar el pie sobre el embrague provoca un desgaste en los componentes del sistema, por eso hay que apostar por el reposapiés.
Si sigues estos consejos, llevas a cabo una conducción responsable y además haces las revisiones pertinentes, tu caja de cambios automática o manual te proporcionará un funcionamiento efectivo y dinámico.
Diferencia entre una caja de cambios manual y automática
La principal diferencia entre una caja de cambios manual y una automática radica en la intervención del conductor durante el proceso de cambio de marchas:
Caja de cambios manual:
- El conductor es quien controla el cambio de marchas mediante una palanca de cambios y un pedal de embrague.
- Requiere que el conductor coordine la palanca de cambios con el pedal de embrague para cambiar de marcha de forma suave y eficiente.
- Ofrece un mayor control sobre la velocidad del vehículo y la selección de marchas, lo que puede ser preferible para conductores experimentados o para aquellos que buscan una conducción más deportiva.
- Suele ser más económica que una caja de cambios automática, tanto en términos de precio de compra como de consumo de combustible.
- Puede ser menos cómoda en situaciones de tráfico intenso o en paradas frecuentes, ya que requiere que el conductor pise el pedal de embrague constantemente.
Caja de cambios automática:
- El cambio de marchas se realiza automáticamente por la transmisión, sin necesidad de intervención manual por parte del conductor.
- Ofrece una conducción más cómoda y relajada, especialmente en entornos urbanos o con tráfico denso.
- Es más fácil de usar para conductores principiantes o para aquellos que buscan una conducción sin complicaciones.
- Suele ser más costosa que una caja de cambios manual, tanto en términos de precio de compra como de consumo de combustible.
- Puede ofrecer menos control sobre la velocidad del vehículo y la selección de marchas, lo que puede ser un inconveniente para algunos conductores.
La elección entre una caja de cambios manual o automática depende de las preferencias personales, el estilo de conducción y el presupuesto. Si estás buscando una conducción deportiva y económica, una caja de cambios manual puede ser una buena opción. Si prefieres una conducción cómoda y relajada, una caja de cambios automática puede ser la mejor opción.