Cómo evitar la fatiga en la conducción

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Cuando nos ponemos al volante hay muchos factores que provocan distracciones y accidentes, y entre todos esos, la fatiga es una de las más peligrosas. Es causante de accidentes de tráfico y si la sufrimos apenas hay tiempo de reaccionar en carretera para evitarlas. En Grupo MODRIVE te contamos qué es la fatiga, cuáles son los factores determina que se produzca, cómo debes evitarla y qué sucede cuando se convierte en un fenómeno crónico.

Qué es la fatiga

Para conducir siempre debemos de encontrarnos en un estado físico y mental perfecto para enfocar la atención y la rapidez en la toma de decisiones. Tanto el cansancio como la fatiga son dos de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los conductores, provocando choques, desvíos y muchos problemas que puede afectarnos a nosotros y también al resto de usuarios de las vías públicas.

La fatiga, por lo tanto, es la sensación de cansancio al volante y la causante de un 30% de los accidentes de tráfico. Surge del esfuerzo más o menos prolongado y afecta directamente a nuestras sensaciones físicas y capacidad de reacción. Prevenirla y detectarla es clave.

Factores que determinan la fatiga

Hay varios factores que determinan que se produzca la fatiga, pero sin duda el factor humano es uno de los más frecuentes, Actividades previas que nos hayan provocado cansancio van a provocar de forma casi segura que el viaje que realicemos sea fatigado. Del mismo modo que conducir con sueño o con prisas, influirá en la concentración y en nuestro estado psicofísico.

Las comidas grasas y el alcohol también influyen en la fatiga, así como estar estresados por cualquier asunto o incluso padecer catarro o resfriados. Los humanos nos adaptamos muy bien a los horarios, por eso, si sueles conducir a una hora determinada y acabas haciéndolo fuera de esos horarios, la concentración y la incomodidad provocará fatiga.

Factores que determinan la fatiga

Hay otros factores como la vía y el entorno, como el tráfico excesivo, la lluvia, la nieve, la niebla, la falta de luz incluso una carretera en mal estado. Por otra parte, llevar a cabo una buena revisión del vehículo ayuda a que la fatiga se reduzca, controlando la ventilación, la temperatura, los ruidos y vibraciones que pueda tener nuestro coche.

El diseño del coche se vuelve fundamental, por eso te recomendamos que adquieras uno de los vehículos del stock de Grupo MODRIVE v, para que el asiento sea ergonómico, cómodo y haga mucho más sencilla tu conducción.

Cómo afecta la fatiga en la conducción

La fatiga puede afectarnos de diferentes maneras, pero todas ellas nos pueden causar distracciones al volante y por ende un accidente de tráfico. La fatiga al volante provoca alteraciones en la visión o incluso ilusiones ópticas, por eso los nuevos coches incluyen detectores de fatiga, evitando que esta vaya a mayores, detectando la frecuencia del parpadeo y avisando por medio de señales acústicas y luminosas en caso de que nuestro comportamiento no sea el habitual.

De la misma forma, la fatiga es capaz de causar percepciones auditivas erróneas, dolores musculares, dolor de nuca, dolor de espalda o dolor de piernas. Derivada de esta condición, también se puede sentir irritabilidad, ansiedad y aburrimiento al volante, provocando una percepción que no es real de la carretera y alterando aquellas decisiones que son fundamentales para evitar situaciones de peligro. Cuando padecemos fatiga la información que recibimos es muy reducida, precisamente a causa de todas esas alteraciones visuales, auditivas y corporales.

Trucos para evitar la fatiga en la conducción

La fatiga al volante puede llegar a convertirse en crónica si no corregimos aquellas costumbres que afectan de forma muy negativa a nuestra conducción. Recuerda que es fundamental descansar de forma previa a cualquier viaje, por muy corto que sea: lo ideal es dormir entre 7 u 8 horas y no emprender un viaje justo después de haber estado alterados o excesivamente concentrados.

Ventila el interior del coche para que haya una temperatura adecuada, para cada 150 kilómetros y aprovecha para hacer estiramientos, para hidratarte y para refrescarte. Hidratarse no quiere decir que tomes bebidas energizantes, ya que provocarán un efecto rebote. Recomendamos tomar café para que puedas despertarte y estar más atento a todas las decisiones. Ante todo, evita comer de forma abundante antes de un viaje y utiliza gafas de sol si hay mucha claridad, ya que forzar la vista te puede provocar fatiga.

Efectos de la fatiga

Recuerda que, si padeces fatiga crónica, esta puede provocar enfermedades como hipertensión arterial a largo plazo, contraer enfermedades de tipo infeccioso, dolores musculares o contracturas, problemas en relación con la fertilidad o incluso una mayor predisposición a consumir medicamentos, estimulantes, alcoholes y drogas.

Además de prestar atención a los trucos para evitarla, es buena idea que te hagas con un coche que te garantice las máximas prestaciones en materia de seguridad. Los sensores más avanzados te avisan cuando detectan que tu cuerpo no está funcionando con la atención que merece.