Los vehículos necesitan filtro antipartículas, sobre todo los motores de diésel. Con el fin de ser más amigables con el medio ambiente, el mercado de la automoción, desde que tomamos conciencia con el mundo, ha querido reducir al mínimo las emisiones de gases y conservarlo mejor.
El filtro de partículas lleva ya muchos años con nosotros. Es una forma de disminuir la cantidad de CO2 que nuestro coche emite al día. Y es por eso que lo vemos en coches con motor de diésel y gasolina.
Aquí podrás informarte sobre qué es el filtro de antipartículas, su funcionamiento, cuál es el precio del filtro y un par de consejos que te ayudarán a mantenerlo en perfecto estado el mayor tiempo posible. ¡Vamos a ello!
El filtro antipartículas es un sistema de tratamiento de gases de escape que reduce la emisión de partículas a la atmósfera. Esta emisión de gases, producida por la combustión de nuestro motor del coche, genera pequeños residuos que se liberan al aire libre y que son perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
Este filtro es una pieza cerámica porosa que permite el paso de los gases reteniendo los sólidos. Estos sólidos quedan retenidos en la pieza cerámica a altas temperaturas, las cuales permiten que estos se quemen limpiando el depósito de gasolina y permitiendo que funcione correctamente.
El filtro de partículas es una parte del sistema de escape del coche que ayuda a reducir la contaminación de tu vehículo. Este filtro atrapa el hollín producido por el motor y lo quema cuando los gases de escape alcanzan una temperatura alta entre 350 y 450 grados Celsius.
El filtro tiene muchos canales parecidos a un panal de abejas donde se acumula el hollín. Para quemar este hollín se necesita un catalizador que en los filtros más comunes es el platino. Este material recubre los canales del filtro aunque hace que el filtro sea más caro.
En algunos casos se utiliza un aditivo que se rocía sobre los gases de escape para ayudar a quemar el hollín. Este aditivo dura más de 100,000 kilómetros y debe rellenarse cuando se agota. No debe confundirse con el AdBlue, que tiene una función diferente en el sistema de reducción de emisiones del coche.
Actualmente se conocen dos filtros de partículas distintos. El filtro de partículas diésel o DPF y el filtro de partículas de gasolina o GPF. También existen en algunos coches los filtros de partículas catalítico (CPF) y filtro de partículas eléctrico.
Características | Propósito | Motor | Contaminación | Regeneración | Normativa | Precio | ¿Cuándo se cambia? |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Filtro de Partículas Diésel (DPF) |
Reducir partículas cancerígenas generadas por motores diésel |
Diésel |
Hollín y partículas sólidas consideradas cancerígenas por la OMS |
Regeneración activa y pasiva |
Obligatorio desde 2009 |
300-900€ |
160.000 - 240.000km |
Filtro de Partículas Gasolina (GPF) |
Reducir partículas generadas por motores de gasolina desde 2016 en la UE |
Gasolina |
Menos partículas que los diésel pero aún necesarias para cumplir normativas |
Regeneración pasiva |
Obligatorio desde 2015 |
300-900€ |
150.000 - 200.000 km |
Filtro de Partículas Catalítico (CPF) |
Reducir emisiones de partículas usando materiales catalíticos y estructuras de malla |
Diésel y Gasolina |
Varía según la combinación de materiales y estructuras eficiente para ambos tipos de motores |
Reacciones catalíticas |
Obligatorio desde 1993 |
300-900€ |
Similar a DPF y GPF |
Filtro de Partículas Eléctrico |
Atraer y atrapar partículas usando una carga eléctrica |
Diésel y Gasolina |
Hollín u otros contaminantes |
Regeneración activa; carga eléctrica |
Obligatorio desde 2006 |
400-1300€ |
Puede durar tanto como DPF y GPF si se mantiene adecuadamente |
Fuente: Elaboración propia en 2024.
El filtro antipartículas es un componente anexo al motor que tiene funciones de anticontaminación. Es un elemento obligatorio tanto para diésel como para gasolina, como así hemos podido ver en la tabla anterior.
No es recomendable hacerlo. Quitar el filtro de artículos de tu coche puede provocarle daños al motor y a otros sistemas del escape. Por eso es muy importante conservar bien el filtro y cambiarlo cuando es debido.
No cambiar el filtro antipartículas provocará obstrucción en tu escape. Recuerda que este filtro es una rejilla que impide el paso de sólidos. Ocurre lo mismo con el fregadero de nuestra cocina; si no lo mantenemos limpio, se atascará y acabaremos con la cocina llena de agua. ¡Pues lo mismo ocurre aquí!
El precio del filtro de partículas para un coche diésel o de gasolina no es bajo, temo decirte. Es uno de esos cambios que a nadie le gusta hacer, pero que si no lo hacemos, empeorará la salud de nuestro coche y tendremos que acabar arreglando otra cosa o comprándonos un nuevo coche. Así que tenemos que cuidarlo.
No debes preocuparte por eso. El filtro de antipartículas comenzó a ser obligatorio con la obligatorio con la normativa europea de motores Euro 5, 2006-2007 normativa europea de motores Euro 5 en 2006-2007.
Puedes conducir con el filtro de partículas averiado o, mejor dicho, sucio. Aunque no es recomendable durante un largo período de tiempo. Cambia el filtro de tu coche lo antes posible.
Después de lo que has leído te costaría averiguar si tu filtro de antipartículas está fallando o no. No te preocupes, con estos síntomas podrás saber si el de tu coche funciona correctamente. Recuerda que la mejor opción siempre es llevarlo al taller para que un experto lo revise.
Cambiar el filtro de tu coche suele ser necesario cuando te acarrea problemas o avisos en la pantalla de información de tu cuentavueltas. En esos casos, el filtro de partículas no logra hacer su trabajo. Si todo va bien, solo necesitarás limpiar el filtro en el taller de forma manual, pero si el filtro está muy saturado es probable que tengas que cambiarlo.
Por lo general, los fabricantes recomiendan sustituir el filtro de partículas en los coches diésel cada dos años o 40.000 kilómetros, de la misma forma que se debe cambiar el catalizador en los modelos de gasolina cada dos años o 60.000 kilómetros.
Ya hemos visto la importancia de mantener el filtro de partículas. Este componente ayuda a reducir las emisiones contaminantes, pero lo que todos queremos es prolongar su vida útil lo máximo posible. A continuación, te ofrecemos algunos consejos prácticos para lograrlo: