En este artículo, te explicamos en detalle qué es un radar móvil de la DGT, cómo funcionan estos dispositivos, y los objetivos de su implementación. Además, te proporcionaremos información útil sobre las multas que pueden derivarse de su detección, los plazos para recurrirlas, y aclararemos las dudas más frecuentes, como si es obligatorio que los radares móviles estén señalizados o si es legal utilizar detectores de radares. Si eres conductor, entender cómo operan estos radares y las normas relacionadas es esencial para evitar sanciones y circular con mayor seguridad.
Un radar móvil es un dispositivo utilizado por la Dirección General de Tráfico (DGT) para medir la velocidad de los vehículos en movimiento, principalmente en carreteras y zonas urbanas.
A diferencia de los radares fijos, que están instalados de manera permanente en una ubicación, los radares móviles son transportados en vehículos no identificados o en trípodes, lo que les permite ser colocados en diferentes puntos estratégicos. Esta flexibilidad permite a la DGT controlar más eficientemente las zonas donde se pueden producir infracciones de velocidad.
La función principal de estos radares es mejorar la seguridad vial, ya que permiten detectar y sancionar excesos de velocidad en tiempo real. Los radares móviles son particularmente efectivos en tramos de carretera donde no es posible instalar un radar fijo o en áreas de alta siniestralidad, como zonas de obras o puntos críticos. Su capacidad para moverse de un lugar a otro aumenta la sorpresa para los conductores y favorece el cumplimiento de las normas de tráfico.
Los radares móviles operan mediante el uso de tecnologías avanzadas que permiten medir la velocidad de los vehículos en movimiento de manera precisa y en tiempo real. Entre las tecnologías más comunes que emplean los radares móviles, encontramos el efecto Doppler y los sistemas de medición por láser. El efecto Doppler se basa en la variación de la frecuencia de las ondas cuando un vehículo se acerca o se aleja del radar, lo que permite calcular su velocidad de forma precisa. Estos dispositivos emiten una señal de radio que rebota en el vehículo, y la diferencia en la frecuencia entre la señal emitida y la reflejada es lo que se usa para determinar la velocidad.
Otra tecnología empleada es el láser, también conocido como LIDAR (Light Detection and Ranging). Este sistema utiliza un haz de luz infrarroja para medir el tiempo que tarda en reflejarse hacia el dispositivo después de haber alcanzado el vehículo.
La precisión de los radares móviles que emplean LIDAR es muy alta, y se utilizan especialmente en situaciones donde es necesario identificar vehículos a gran distancia. Una vez que el radar detecta una infracción, el dispositivo toma una fotografía o video del vehículo para registrar la evidencia de la infracción. Esta información es procesada y, si el conductor supera el límite permitido, se genera automáticamente una multa.
Los radares móviles de la DGT, son uno de los medios más efectivos para controlar la velocidad en carretera y garantizar la seguridad vial. Las multas derivadas de estas cámaras móviles suelen aplicarse cuando se sobrepasan los límites de velocidad establecidos.
Es fundamental conocer cómo funcionan, sus plazos de notificación y las sanciones correspondientes para evitar sorpresas. Además, es posible recurrir la multa si consideras que se ha producido un error en la detección.
Los radares móviles no notifican inmediatamente una multa al conductor. Después de ser detectado un exceso de velocidad, el sistema genera una multa que es enviada al domicilio del propietario del vehículo. Si sospechas que has sido multado, es recomendable consultar el estado de las sanciones a través de la Sede Electrónica de la DGT, donde puedes comprobar si ha sido registrada. Alternativamente, puedes utilizar el sistema DEV para recibir notificaciones por email o SMS.
El tiempo estimado para recibir una multa de radar móvil puede variar dependiendo de varios factores, pero normalmente oscila entre 1 y 3 semanas desde la fecha de la infracción. Si la multa no llega en un plazo de 3 meses para infracciones leves o 6 meses para infracciones graves o muy graves, podría considerarse prescrita, según la Ley de Tráfico. Es importante estar atento a estos plazos para evitar problemas con el pago de la sanción.
Si has recibido una multa por radar móvil y no estás de acuerdo con la sanción, tienes derecho a presentar un recurso. El plazo para recurrir es de 20 días naturales desde la fecha de notificación de la multa.
Es esencial presentar el recurso en ese plazo, ya que, de no hacerlo, perderás el derecho a reclamar. Durante este periodo, también puedes beneficiarte de un descuento del 50% si decides pagar la multa de manera voluntaria, aunque esto implica renunciar a recurrir.
A diferencia de los radares fijos, que están señalizados con carteles específicos, los radares móviles no tienen la obligación de ser señalizados en todas las situaciones. Estos dispositivos pueden estar ubicados en vehículos en movimiento o en puntos estratégicos sin previo aviso.
Esto les permite ser más efectivos en la detección de infractores, ya que la imprevisibilidad contribuye a disuadir el exceso de velocidad en distintos tipos de vías. No obstante, la DGT publica listas periódicas con las ubicaciones generales de los controles de velocidad en su web y en aplicaciones de tráfico.