Tipos de radares
Existen diferentes tipos de radares de tráfico situados en miles de puntos alrededor de España. Estos dispositivos sirven tanto para controlar la velocidad de los vehículos, como vigilar el cumplimiento de otras normas de tráfico como el uso del teléfono al volante o el cinturón de seguridad. A continuación, te mostramos algunos de los tipos de radares más utilizados en la carretera, así como su funcionamiento y ubicación.
Tipos de radares que hay en España
Algunos de los radares más conocidos son el radar fijo, el móvil o el de tramo, pero existen sin embargo más tipos de radares repartidos por cada una de las vías dentro de España.
Radares fijos
Son un tipo de radares que se encuentran instalados de forma permanente y localizados en puntos estratégicos de la carretera, como por ejemplo tramos peligrosos, zonas urbanas o de mayor siniestralidad. Funcionan a través de una antena que emite ondas de radio o a través de tecnología láser. Alguno de ellos puede incluso tomar fotos de la matrícula del vehículo en caso de infracción. La DGT suele señalizar con antelación la presencia de estos a los conductores.
Radares móviles
Son dispositivos portátiles que suelen instalarse dentro de vehículos policiales o bien camuflados en ubicaciones temporales cerca de la vía para controlar la velocidad en diferentes puntos. Usan también ondas de radio o láser para medir la velocidad y siempre deben estar operados por un agente.
La ubicación de este tipo de radares suele cambiar con frecuencia a lo largo del día, por lo que resulta difícil predecir su aparición sorprendiendo así a muchos conductores.
Radares de tramo
Controlan la velocidad media de un vehículo entre dos puntos específicos de la carretera. Se colocan dos cámaras al inicio y al final del tramo controlado. Cada cámara graba la matrícula y la hora a la que pasa cada vehículo. Una vez que el coche recorre el tramo, se calcula el tiempo que ha tardado en hacerlo. Si el tiempo es menor al permitido de media, entonces se deduce que el coche ha superado la velocidad media autorizada.
Este tipo de radar de tráfico es especialmente útil para evitar frenar de forma brusca y fomentar una conducción segura. Descubre más acerca de los radares de tramo en el siguiente artículo
Radares de semáforo
Son conocidos también como radares foto-rojo y son utilizados sobre todo por ayuntamientos para conocer y detectar qué vehículos pasan cuando el semáforo está en rojo. Su funcionamiento es simple:
En primer lugar, se coloca una cámara a 25 metros del semáforo para captar tanto la matrícula del coche como la luz del semáforo en rojo.
En segundo lugar, se realizan dos fotos, una en la que se aprecia el color del semáforo antes de pasar el coche y una segunda donde se ve la luz del semáforo después de que el coche lo haya sobrepasado.
Radares veloláser
Son un tipo de radares que han sido diseñados para ser difíciles de detectar por los dispositivos de alerta de radar. Estos operan en frecuencias menos comunes y usan tecnologías láser que hacen más difícil su detección. Empezaron a estar operativos hace relativamente poco y su tamaño compacto permite instalarlos en multitud de sitios como guardarraíles, pórticos, coches e incluso motos de la Guardia Civil.
Suele ser habitual encontrarlos sobre todo por vías convencionales antes que en autovías o autopistas.
Radares de Helicóptero Pegasus y drones
Utilizados desde el aire, sirven para monitorizar la velocidad u otras infracciones de tráfico en tiempo real. Estos se ubican tanto en drones como en helicópteros. Actualmente en España contamos con 13 helicópteros que realizan entorno a 3000 horas de vigilancia y registran más de 15000 infracciones al año, siendo entre estas las más frecuentes los excesos de velocidad o no mantener la distancia de seguridad entre vehículos.
Estos helicópteros están equipados con cámaras de alta resolución y sistemas de medición de velocidad. Resultan especialmente efectivos en grandes extensiones de carretera o zonas de difícil acceso.
Radar en cascada
Un tipo de radar que usa la DGT para mejorar la eficacia del control de velocidad en carreteras y autopistas. Su objetivo es acabar con aquellos conductores que exceden la velocidad permitida una vez hayan dejado atrás el radar fijo convencional.
Estos son radares suelen ser tanto fijos, móviles como de tramo que se colocan en una localización cercana y a continuación del primer radar fijo. El conductor desconoce en todo momento donde se sitúa exactamente por lo que tendrá que mantener una velocidad adecuada en todo momento.
Es común usar los radares en cascada en zonas donde se ha registrado un alto número de incidentes de velocidad.
En definitiva, existen distintos tipos de radares están diseñados para cubrir una amplia variedad de situaciones en las carreteras, mejorando la seguridad vial y asegurando el cumplimiento de las normas de tráfico.
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